Abres los ojos pero no puedes ver nada solo distingues formas borrosas, sientes un dolor intenso en los brazos y piernas intentas moverlos pero no puedes además casi no puedes respirar algo oprime tu abdomen ¿en donde diablos estas? un hilo de saliva cae de tu boca sin que te des cuenta, tus ojos aun no se acostumbran a la poca luz sientes que te balanceas, ¿es una sensación verdadera o solo es consecuencia de la cantidad de alcohol que ingeriste en el antro? ese dolor en tus brazos y piernas no cesa tratas de hablar pero por alguna razón tu lengua no te obedece, solo eres capaz de producir ruidos sin sentido, sientes un mareo y te desmayas.
Recuperas el sentido solo para comprobar que tu situación no ha cambiado mucho, aun te duelen brazos y piernas sin embargo tus ojos se han adaptado un poco más a la oscuridad y estás menos desorientada, ves una mancha negra Tardas un momento en darte cuenta de tu situación real y el miedo comienza a invadir tu ser súbitamente. Una cuerda alrededor de tus brazos piernas y cintura te mantiene con la espalda casi pegada al techo de la sucia habitación en donde te encuentras tu cabeza cuelga libremente te das cuenta de tu total desnudez, la soga ha lacerado la piel de tus brazos, lo puedes ver, seguramente ha pasado lo mismo con tus piernas y cintura, te das cuenta que aquella mancha negra es tu propia sangre que ha escurrido por entre la cuerda que te mantiene atada, comienzas a llorar, eres presa del terror mas grande que has sentido en tu vida, intentas gritar, pedir auxilio pero no puedes hacerlo tu llanto no te lo permite. Intentas liberarte de aquella trampa pero lo único que logras es lastimar más tu piel, te preguntas que ha sucedido, como fue que llegaste a esta horrible situación.
No recuerdas mucho solo que estabas bailando en el antro, hace tres meses cumpliste 18 y saliste a festejar que ya eras mayor de edad que ya no necesitabas mas del permiso de tus padres para divertirte a tus anchas para beber y hacer todo lo que quisieras, llegaste a aquel lugar de música estridente y luces multicolores con la firme convicción de reventarte como nunca, ya habías tomado varios tequilas cuando aquel chico se acerco a ti y comenzaron a platicar, siguieron tomando y bailando, luego él te besó y puso algo en tu boca después de eso no recuerdas nada solo que cuando abriste los ojos estabas donde estas ahora. Dios ese dolor en tus brazos va a matarte, cierras los ojos te sientes débil.
Un dolor penetrante en todo tu cuerpo y rostro hace que abras los ojos, sientes como la sangre sube a tu cabeza, estas en el suelo, alguien ha soltado los ganchos que te sostenían y has caído desde el techo tu cuerpo envuelto en cuerda se ha golpeado contra el suelo de forma brutal, no sientes el rostro solo una dolorosa palpitación, estas en medio del charco formado por tu propia sangre, tus pechos van a estallar, al menos eso es lo que crees, el golpe ha sido fuertísimo pero a pesar del dolor intentas ponerte en pie mas lo único que logras es girar un poco. El miedo vuelve a invadirte, mas intenso que antes, comienzas a temblar y a llorar, tu respiración se acelera y solo quieres despertar de esta pesadilla darte cuenta que nada es real que solo es producto de tu imaginación, sin embargo el dolor y el miedo son demasiado reales para ser un sueño, ya no tienes control sobre tu cuerpo, sientes que algo caliente escurre entre tus piernas te estas orinando y no puedes evitarlo. Escuchas pasos, alguien viene, el terror paraliza completamente tu cuerpo casi no respiras muerdes tu labio sin sentirlo y un hilo de sangre escurre por tu boca de pronto comienzas a sudar frió, estas empapada, una parte de tu pelo cubre tu rostro aprietas los ojos y tensas todo tu cuerpo cuando escuchas que la puerta se abre, un sonido apenas audible sale de tu garganta cuando una mano te toma por los cabellos y te jala, te arrastra, gritas o al menos crees que lo haces pero de nada sirve no te puedes mover no puedes defenderte, ahora sientes que aquella mano gruesa y tosca te toma de la nuca mientras cubre tu nariz y boca con algo húmedo de olor penetrante que no te deja respirar, pataleas pero tus fuerzas te abandonan gradualmente hasta que ya no eres capaz ni de mover un dedo estas mareada, todo da vueltas, sietes que caes, has perdido el sentido.
Recuperas el sentido solo para comprobar que tu situación no ha cambiado mucho, aun te duelen brazos y piernas sin embargo tus ojos se han adaptado un poco más a la oscuridad y estás menos desorientada, ves una mancha negra Tardas un momento en darte cuenta de tu situación real y el miedo comienza a invadir tu ser súbitamente. Una cuerda alrededor de tus brazos piernas y cintura te mantiene con la espalda casi pegada al techo de la sucia habitación en donde te encuentras tu cabeza cuelga libremente te das cuenta de tu total desnudez, la soga ha lacerado la piel de tus brazos, lo puedes ver, seguramente ha pasado lo mismo con tus piernas y cintura, te das cuenta que aquella mancha negra es tu propia sangre que ha escurrido por entre la cuerda que te mantiene atada, comienzas a llorar, eres presa del terror mas grande que has sentido en tu vida, intentas gritar, pedir auxilio pero no puedes hacerlo tu llanto no te lo permite. Intentas liberarte de aquella trampa pero lo único que logras es lastimar más tu piel, te preguntas que ha sucedido, como fue que llegaste a esta horrible situación.
No recuerdas mucho solo que estabas bailando en el antro, hace tres meses cumpliste 18 y saliste a festejar que ya eras mayor de edad que ya no necesitabas mas del permiso de tus padres para divertirte a tus anchas para beber y hacer todo lo que quisieras, llegaste a aquel lugar de música estridente y luces multicolores con la firme convicción de reventarte como nunca, ya habías tomado varios tequilas cuando aquel chico se acerco a ti y comenzaron a platicar, siguieron tomando y bailando, luego él te besó y puso algo en tu boca después de eso no recuerdas nada solo que cuando abriste los ojos estabas donde estas ahora. Dios ese dolor en tus brazos va a matarte, cierras los ojos te sientes débil.
Un dolor penetrante en todo tu cuerpo y rostro hace que abras los ojos, sientes como la sangre sube a tu cabeza, estas en el suelo, alguien ha soltado los ganchos que te sostenían y has caído desde el techo tu cuerpo envuelto en cuerda se ha golpeado contra el suelo de forma brutal, no sientes el rostro solo una dolorosa palpitación, estas en medio del charco formado por tu propia sangre, tus pechos van a estallar, al menos eso es lo que crees, el golpe ha sido fuertísimo pero a pesar del dolor intentas ponerte en pie mas lo único que logras es girar un poco. El miedo vuelve a invadirte, mas intenso que antes, comienzas a temblar y a llorar, tu respiración se acelera y solo quieres despertar de esta pesadilla darte cuenta que nada es real que solo es producto de tu imaginación, sin embargo el dolor y el miedo son demasiado reales para ser un sueño, ya no tienes control sobre tu cuerpo, sientes que algo caliente escurre entre tus piernas te estas orinando y no puedes evitarlo. Escuchas pasos, alguien viene, el terror paraliza completamente tu cuerpo casi no respiras muerdes tu labio sin sentirlo y un hilo de sangre escurre por tu boca de pronto comienzas a sudar frió, estas empapada, una parte de tu pelo cubre tu rostro aprietas los ojos y tensas todo tu cuerpo cuando escuchas que la puerta se abre, un sonido apenas audible sale de tu garganta cuando una mano te toma por los cabellos y te jala, te arrastra, gritas o al menos crees que lo haces pero de nada sirve no te puedes mover no puedes defenderte, ahora sientes que aquella mano gruesa y tosca te toma de la nuca mientras cubre tu nariz y boca con algo húmedo de olor penetrante que no te deja respirar, pataleas pero tus fuerzas te abandonan gradualmente hasta que ya no eres capaz ni de mover un dedo estas mareada, todo da vueltas, sietes que caes, has perdido el sentido.
Despiertas una vez mas con la esperanza de que todo fue una pesadilla pero inmediatamente el frío mosaico de la mesa en donde estas acostada te dice que todo continúa y se pondrá peor ya no tienes la soga enredada en tu cuerpo pero sigues prisionera, ahora son cinturones de cuero en tus muñecas y tobillos los que te impiden huir. Sobre de ti, un foco de luz amarillenta hace que tu cuerpo, hasta hace poco hermoso e inmaculado, adquiera un aspecto mortecino tus brazos y muslos están amoratados y con sangre medio seca tu rostro hinchado y con un corte en la mejilla izquierda, parece que has envejecido en solo unas horas.
Alguien te mira desde un costado del cuarto, se acerca a ti y reconoces a aquel chico del antro su cara y pelo son los mismos, sin embargo su mirada ahora es dura y fría, te mira con indiferencia, escuchas el sonido de los instrumentos metálicos cuando los desenvuelve, ha tomado un bisturí puedes ver como brilla en su mano no te puedes mover, estas paralizada y quieres que termine, una mueca casi imperceptible en la cara de tu captor te dice que él disfruta verte así, pone su mano en tu pecho, sientes como sus dedos buscan algo justo donde nace tu cuello, luego acerca la mano con el bisturí, sientes el frío y afilado metal sobre tu piel y el miedo mas intenso que se pueda sentir invade tu ser, sabes que morirás que no volverás a ver la luz del día ni tocarás otra vez a tus padres y amigos las lagrimas inundan tus ojos y sientes un nudo grande y seco en la garganta que no te deja respirar tu corazón late tan rápido que sientes que saldrá de tu pecho en cualquier momento. El afilado instrumento comienza lentamente a hundirse en tu carne te esta abriendo por la mitad lentamente, tus brazos y piernas se convulsionan desesperadamente y de tu garganta solo salen ruidos sin sentido mezclados con la sangre que sube por tu traquea y sale por tu boca, esta cortando entre tus senos y sientes como se separan dolorosamente uno del otro, empiezas a ver oscuro a tu alrededor la luz del foco se va haciendo cada vez mas pequeña y tus piernas dejan de temblar das el ultimo de tus respiros justo cuando el bisturí divide tu ombligo en dos, ya no sientes cuando llega al bajo vientre muchísimo menos cuando una mano intrusa hurga en tus entrañas has muerto tu cuerpo esta frió como la mesa en donde yace.
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