4 de enero de 2011

Besos de a peso

Es verdad lo que dicen que siempre hay una primera vez para todo, como la primer guama, la primer peda, o la primera guacareada. Definitivamente a todos nos llega la primera vez en algo tarde o temprano. Recuerdo la primera vez que bese a una chica en los labios, la verdad es que no fue nada romántico ni mucho menos fue en cámara lenta como en las películas gringas sino todo lo contrario fue un beso rápido y comprado, si comprado tal y como lo leen. Tenía entonces alrededor de trece o catorce años por mucho, cursaba el segundo grado de secundaria (¡ahh la secundaria magnifica época!) todos vestíamos aquel feo uniforme: suéter café, pantalón de cuadritos y playera blanca con cuello de cuadritos para que combinara con el pantalón, las mujeres igual pero con falda, nada atractivo.

Había tres o cuatro compañeras que, cuando terminaban las clases,se quitaban el suerte café, se ponían un poco de labial brilloso y  vendían besos de a peso. Todo aquel afortunado (literalmente porque en aquel tiempo el dinero valía más) que tuviera un peso podía entonces dar un beso a la chica que mas le gustara. Yo me entere de la vendimia por el pájaro, él ya había comprado sus besos y yo como era su amigo desde la primaria me paso el dato tuvimos un conversación mas o menos así:

- Hay tres rucas que venden besos de a peso en las fuentes martes y viernes

- ¿Como?

- Si wey les das un peso y se dejan besar

- ahh

- Mañana es martes guarda tu dinero

Aquel Martes cuando terminaron las clases, en lugar de ir  por mi, hasta entonces, reglamentaria torta de milanesa de soya, caminamos directo a las fuentes yo iba como si fuéramos a hacer algo importante y prohibido,  volteaba hacia a tras constantemente con las manos en los bolsillos apretando las dos monedas de a peso, el pájaro con la seguridad que da la experiencia caminaba con la cabeza levantada apenas movía los ojos de un lado hacia otro como midiendo el terreno. Llegamos a las fuentes que no eran otra cosa que un jardín detrás de la escuela donde había dos fuentes circulares, las cuales nunca vi con agua era el lugar donde los grandes eventos extracurriculares de la escuela tenían lugar, si había pelea tenia que ser en las fuentes, si había reta de futbol el partido era en las fuentes para tomar chela y fumar había que ir a las fuentes, si de vender y comprar besos se trataba las fuentes era el lugar indicado.

Llegamos a las fuentes y al principio pensé que todo era una treta del pájaro para sacarme varo no vi nada, espera ver grandes multitudes gritando y empujándose  mostrando sus monedas de a peso pero nada, todo estaba en calma total.

- Donde son los besos – cuestione al pájaro empezaba a ponerme nervioso e impaciente

- Allá en el rincón a lado del puente pero hay que esperar a que lleguen las rucas te pones al tiro para ser de los primeros.

Unos minutos después había otros cuatro o cinco tipos por ahí esperando que llegaran “las de los besos” todos se veían bastante seguros y hacían comentarios sobre besar a tal o cual chica, mis nervios crecían al ritmo de su platica. Por fin después de largos minutos de espera llegaron las estelares una fila se formo rápidamente frente a ellas, yo no me puse al tiro como me había dicho el pájaro porque quedamos como a la mitad de la fila, no se de donde salieron tantos weyes había como seis o siete delante de nosotros y otros tantos detrás yo ya estaba lo que sigue de nervioso. Las reglas eran bastante simples, había una bolsita donde tenias que poner tu peso luego escogías a la chica que querías besar y procedías, la duración del beso dependía desde el primer contacto de las bocas hasta un máximo de mas o menos quince segundos si te separabas antes ahí terminaba no podías abrazar de hecho tenias que poner las manos atrás durante el beso.

Por fin llego mi turno yo era un manojo de nervios no sabia que hacer, antes de ese momento nunca había besado a una mujer, puse mi moneda de a peso en la bolsa (la otra se la di al pájaro que me dijo que no traía y yo en un acto de amistad compartí mi segundo peso) y luego señale a una de las tres chicas frente a mi sinceramente ni siquiera me fije si era la mas bonita solo la señale porque fue la primera que vi. Camine dos pasos hasta donde estaba, me puse de frente a ella, era un poco mas alta que yo y me veía así como se ve a un niño que esta por dar su primer paso me sonrió y me dijo vamos hazlo ya me pare de puntitas para alcanzarla ella se inclino un poco quizá y entonces paso, le di un beso de “trompita” si el contacto de mis labios con los de ella duro 1 segundo fue mucho las reglas son claras ya había terminado, me vio como se ve a un niño que se cae sin poder dar su primer paso y yo dije “gracias” y me fui de ahí, en la esquina me alcanzo el pájaro y me regaño todo el camino a casa por haber desperdiciado de esa forma un peso.

Después de esa primer experiencia regrese unas cinco o seis veces más a comprar besos, no sin antes ir varias veces y observar detenidamente como lo hacían los demás, para la tercera vez ya casi dominaba la técnica, la ultima vez hasta use la lengua tímidamente pero a pesar de haber regresado nunca supe el nombre de la chica a la que le di mi primer beso cosas de la vida.