11 de agosto de 2009

Realidad o Fantasía

Hola eres muy serio, así me dijo Martha, una chava que tenia poco menos de 4 horas de conocer, y hoy es mi día mas animado le respondí, fue en una reunión organizada por Carlos, en un bar en el centro, al llegar al lugar Martha y sus amigas ya estaban ocupaban una de las mesas del fondo, era su centro de reunión me contó Carlos, ellas eran 5 mientras que nosotros solo 4, ella es Martha me susurro Carlos y la señalo, dicen que esta loca y en la cama es delirante, la mire por un instante y nos dirigimos a su mesa, se hicieron las presentaciones de formalidad, por fin me llego mi turno, mi saludos y despedidas ya están grabados y solo los repito lo único que cambio es el nombre al final, el beso de costumbre y los halagos de siempre, recitados de manera metódica y carentes de sinceridad, al estrechar la mano, inmediatamente sentí el calor de su cuerpo y sentí un hormigueo que comenzó en la palma de la mano y corrió por el brazo hasta llegar a la nuca, mi perturbación fue evidente y Martha me lo demostró con una sonrisa, que dejo claro que esta acostumbrada a esta reacción, sus rasgos faciales no eran nada fuera de lo normal, pero sus ojos de un negro intenso y mirada profunda rodeados con una línea de maquillaje fino y negro le daban un aspecto de perversidad, aunados a una sonrisa lineal solo curveada hacia arriba en los extremos, eran el tipo de mueca que perturbaba mi sueño y causante de mi insomnio, repuesto de la impresión me acerque para dar el beso en la mejilla, antes de hacer blanco giro levemente la cabeza, pero lo necesario para que parte de sus labios tocaran con los míos, sus labios eran delgados nada exuberante pero la forma en que los movió a la hora del beso, me causaron mayor perturbación, ella transpiraba pasión y deseo por todo el cuerpo y lo manejaba a su antojo.

Me senté, a mi derecha estaba Carlos y a izquierda Alejandra, ella era la única del grupo a quien conocía las restantes eran desconocidas para mi, durante la primera hora hablamos de los últimos meses que no habíamos hablado de lo nuevo y los cambios, con miradas discretas dirigidas a Martha observe su cuerpo, sus movimientos, gestos y demás, raro en mi por lo regular no soy tan directo, pero había algo en ella que la volvía irresistible, en un par de ocasiones nuestras miradas se encontraron y ella me sonreía y me dedicaba un gesto seductor hecho con los labios y el dedo. Ya sobre las 12 La mitad del grupo ya estaba camino al hotel, Alejandra fue una de ellos, así que yo también estaba por partir, no buscaba sexo así que no esperaba tener esa noche, llame al mesero y pedí una ronda mas para quienes estaban, la cuenta ya estaba pagada, en ese momento se acerco, después de un par de preguntas ya estaba nuevamente sentado y sin ganas de partir, su platica era superficial y entretenida, su proximidad me resultaba inquietante, era obvio y ella lo estaba disfrutando, pasada una hora su cuerpo estaba a unos centímetros del mío, su calor era palpable, cada movimiento realizado de la manera mas deliberada ponía al alcance su pecho o bien sus bien definidas piernas, su pechos se removían bajo un escote que los ponía a descubierto a cada movimiento, la cinta que los limitaba ya hacia tiempo que se había aflojado, el tema cargado de pasión y la vista de su hermoso cuerpo pronto me llenaron de deseo, la sensación en la entrepierna era enloquecedora y Martha solo la encendía mas, llegue a mi limite, la tome entre mis manos y le di un beso, no fue lo esperado, fue frío y distante, como de alguien que por primera vez a besado, de manera inmediata espere la cachetada, me retire de sus labios y la mire en espera de que se cumpliera mi sospecha, no ocurrió así que levanté los ojos hacia su cara, todo en un par de segundos. Ya sabia que no eras tan duro, así me lo dijo y su expresión era de triunfo total, con sus ojos negros mirando fijamente y una sonrisa asomando por la comisura de los labios, cargados de un púrpura mate. Me llene de cólera estos jueguitos no me gustaban se lo dije y me levanté de la silla para salir, ya todo estaba pagado por lo que tome mi chaqueta y Salí. Si me quedaba por mas tiempo seguro saldría a madrazos con alguien del bar, tenia que liberar la ira.

El frío en el exterior me llego hasta los huesos como decimos, lo que me obligo a calarme la chamarra, apenas había caminado una cuadra cuando la voz de Martha me lleno los oídos, espera, espera, el semáforo estaba en siga por lo que me vi alcanzado, me tomo de un brazo y me obligo a mirarla, el giro me mostró nuevamente unos senos redondos y me permitió nuevamente contacto de su piel, pero no estaba dispuesto a caer en la misma trampa nuevamente, no seas mamon, fue lo primero que me dijo, era solo una pequeña broma que payaso, pero ven acércate que te daré un regalo para que me perdones, esta vez fue ella la que me abrazo y me dio un beso, fue apasionado lleno de lujuria no me esperaba que fuera tan docta en la ejecución si apenas 10 min su reacción había sido la de un principiante, no existía duda estaba frente a una mujer multifacética y ahora me mostraba su lado perverso, al principio me resistí era mi venganza, al final resulto inútil, termine absorbido por la vorágine de sus labios, la tome y la lleve a la esquina mas oscura, con una mano le sujete ambas manos por las muñecas en lo alto mientras la otra recorría su cuerpo a placer comencé por sus pechos que durante gran parte de la noche me lanzaron miradas seductoras, no me detuve mucho el siguiente punto fue su bien formado trasero, seguro hace algún tipo de ejercicio para mantenerlo así, que pensamiento mas ridículo, así que de inmediato lo deseche y me concentre en disfrutar de su bello cuerpo, que tan complaciente me entregaba, al final llegue a su parte mas intima y seductora, con la yema de los dedos recorrí toda la pierna hasta llegar a la puerta de la perdición y deseo, el lugar esta ardiendo, ya sabia que estaba del otro lado por lo que era mejor enviar a dos a la exploración, el contacto fue tibio, ella se removió y lanzo un gemido, me alentó a seguir, ya estaba mas halla de la mitad, a cada movimiento seguía un gemido de su parte. Maldiciendo me separe de su cuerpo no era el mejor lugar para continuar. A ella no le importo en lo más mínimo ya que se abalanzo y me jalo hacia su cuerpo, no pares, me susurro y esto me erizo el cabello de la nuca y me rodeo con sus piernas a la altura de la cintura invitándome a pasar y disfrutar de su feminidad. Lo que siguió fue algo salvaje con algo de locura. Sentí las piernas desfallecer el frío de la noche, el peso de su cuerpo la energía liberada, estaban minado mis fuerzas pero ella no estaba afectada en lo mas mínimo, con una sonrisa de triunfo me miro y soltó una carcajada de victoria, ya sabia que no eras tan duro, me miro mientras recogía parte de su ropa perdida durante la pasión, se la calo nuevamente y tomo la dirección del bar, su caminar era regio de alguien que se sabe victorioso e imbatible. La mire desconcertado quien era esa mujer.

Hoy en día no he visto mas a Martha, aunque he regresado un par de ocasiones al bar, el resultado siempre el mismo, por las noches me despierto sudoroso y lleno de ansiedad por tener nuevamente su cuerpo cerca del mío, en la oscuridad me parece distinguir sus ojos negros y esa sonrisa de triunfo al otro lado de la cama y me pregunto nuevamente quien es Martha, que es capaz de causar tal locura y adicción, tal ves es solo uno de mis sueños locos, pero las marcas que dejaron sus uñas en mi espalda dicen lo contrario, hoy ya no hay rastro de ellas, pero estoy seguro que ahí estuvieron.

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