22 de febrero de 2010

Anónimo

Este ha sido el peor día de mi vida, me han despedido del trabajo, mi novia me boto y el dinero escasea, esta sensación de desesperanza y desasosiego no me abordaba desde hace algún tiempo cuando era niño, aun lo recuerdo y añoro aquella etapa, que diferente es la realidad de niño todo era felicidad todo lo que deseaba lo tenia con solo pedir alguna veces era necesario hacer alguna técnica de chantaje como el llanto pero eran las menos, todo lo tenia sencillo y nunca aprendí a valorar las cosas, para mi, los juguetes eran cosa de un día, al día siguiente los tiraba o rompía y pedía otro, todo me resultaba fácil, siempre tenia dinero mi madre nunca me negó nada y mi padre nunca le negó nada a mi madre y así formamos una cadena que se rompió con la separación de mis padres, llego el día que mi padre no soporto las exigencia de mi madre y decidió tirar la toalla, dejar la pelea y se fue, me dejo con mi madre y deje el mundo feliz, el dinero que dejo pronto terminamos con el y comenzó mis sufrimientos, la transformación de mi madre fue tan brusca que no tuve tiempo de adaptarme y lo entendí a golpes, comenzó a beber y resolver las cosas violentamente, yo aprendí a reprimir mis protestas y quejas, rescate la ropa y juguetes tirados y aprendí a cuidarlos, y durante todo el tiempo maldije a mi padre por haber abandonado esta familia, pero lo soporte y seguí adelante y lo bueno de esto es que me convirtió en una persona de bien como dice mi abuela, ahora entiendo ese dicho NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO VE EPRDIDO, sobreviví al cambio, a la secundaria a las carencias y creí estar a salvo, pero ahora nuevamente veo ante mi un gran abismó que no se le ve fondo tan negro que me hace recordar aquellas noches de insomnio esperando el ataque de las criaturas propias de la noche producto de mi imaginación, hace tanto tiempo que no pensaba en el suicidio que cuando conocí a Sara me imagine curado y a buen resguardo de la locura, pero hoy justamente hoy todo se me a regresado y no creo ser capaz de superarlo he perdido demasiada energía en llegar a esta edad me siento una persona de 70 años solo esperando una muerte rápida que me libere de este sufrir, por la mañana me ha despedido del trabajo y 15 mil es el monto de mi cheque por trabajarles 15 años, 15 años de humillaciones, 15 años de explotación, 15 años de ver a la gente como sube desde el primer peldaño, siempre limitado por el miedo al fracaso cuantas oportunidades desperdicie por no reunir valor para hacer las cosas y saber el resultado siempre espere el fracaso y nunca me atreví a luchar por lograrlo, ahora es demasiado tarde para mi, hacia donde miro veo muros y no tengo emergía para intentar brincar, tampoco alguna escalera que me aligere el esfuerzo y no tengo ninguna razón para intentarlo.

Ahora estoy en un bar con una botella de alcohol y una mujer de caricias y besos comprados de mirada astuta y codiciosa ideando la forma de librarme del dinero, hoy no me importa pagar, el día de mañana se muestra oscuro y lamentare el derroche de hoy, sus caricias son frías sus besos insípidos y su mirada es la peor, le conté mi vida y me mira con apatía, con desden lo hace como me mirara mi madre cuando niño con aburrimiento y desprecio y no lo soporto he pagado la cuenta y cambie por otra mujer de mejor compañía, su mirada es ausente pero ha demostrado un poco de atención, mi falta de amor se hace exigente cuando el alcohol dominaba mi pensamiento y mi actuar, ella era demasiado paciente y no tarde en tomarle aprecio así que me olvide de mis penas y me dedique a disfrutar el rato, comenzaron a circular las cervezas y después las botellas de tequila, el alcohol durmió mis sentidos y la música ensordeció mi juicio, el frío me hizo despertar y salir de mi inconciencia, me costo un gran trabajo incorporarme aun estaba muy ebrio pero el frío calaba cabron, tarde en recordar lo ocurrido mire en todas direcciones hasta que se aclaro mi mente y reconocí donde me encontraba, estaba en el parque que se encontraba a un par de cuadras del bar, con gran preocupación busque en mis cartera y comprobé que estaba vacía, ya tenia una idea bastante veras de lo ocurrido, me había terminado mas de la mitad de la liquidación y al ver que no traía mas dinero que gastar en el bar me botaron aquí en le parque , maldije mi estupidez y me dirigí al paradero que me llevaría a mi casa donde solo me esperaba reclamaciones. Mi madre estaba en su recamara y se incorporo al escuchar ruido, eres tu? Pregunto al escuchar mi confirmación, comenzó con una lista que parecía interminable de reclamaciones con algunos insultos a modo de comercial, pase sin prestar atención con la esperanza que desistiera o esperara una hora mas oportuna pero no fue así se levanto y me siguió sin detener las preguntas y reclamaciones, llegue a mi habitación y me deshice de los zapatos y me acomode en mi cama dispuesto a terminar mi sueño, mi madre llego y me arruino los planes abrió y azoto la puerta con el cabello enmarañado y la bata manchada de las ultimas cenas y su rostro marcado por el exceso de alcohol me causo repulsión y no pude evitar darle la espalda y cerré los ojos intentando reducir mi actual situación a un simple sueño pero los gritos y la presencia de mi madre eran reales, de mala gana me di media vuelta y la mire a la cara, ella seguía gritando, maldiciendo y lanzando reproches de todo y en especial del infortunio que yo le representaba, cansado de los mismos reclamos de día a día, semana a semana y de mes a mes me levante y la empuje al salir de la habitación lo suficiente para que ella me permitiera el paso de la puerta y salí de la casa.

No sabia que hacer o ha donde ir, era demasiado temprano para buscar refugio en algún bar además estaba el problema de mi falta de dinero, no había demasiado y seria mejor cuidar de mis gastos por lo que dirigí a un billar en el que tenia a un amigo, de hecho es el único, al llegar le platique de mi situación y le pedí si podía dormir un rato en la bodega de las chácharas el no era el dueño solo atendía el lugar pero el dueño muy pocas veces se le veía por la mañana, así que no hubo mayor problema y me permitió dormir, me desperté después de las 3 o 4 de la tarde la mitad de las mesas se encontraban llenas en su mayoría por estudiantes de una prepa cercana, lo primero que hice fue pedir una cerveza para mitigar la cruda después de la 5 los malestares eran mínimos, pedí mesa y rete a mi camarada a un juego de carambola, yo no sabia jugar pero siempre me resulto atractivo, jumos por mas de 1 hora hasta que mi camarada decidió terminarlo mi mal juego ya lo tenia cansado y mejor seguimos con un par de chelas, transcurrió el tiempo y cada ves me sentía mas incomodo, comentarios y gestos indicaban que ya no era bueno seguir en el billar al final no tenia ni un amigo, con el animo de las cerveza decidí ir de nuevo al bar del día anterior, ahí esperaba encontrar a la misma mujer y tenia la necesidad de un poco de compañía, al llegar al lugar y mirar en rededor no la encontré, algo desanimado me senté y pedí una cerveza con la esperanza de que pronto apareciera, pedí la 5 cuando la vi entrar al lugar que utilizaban para cambiarse, le hable pero no me respondió creo que no escucho o me ignoro, a los 10min salio y de inmediato le hable para que se dirigiera a mi mesa, en su mirada note algo de preocupación al momento de sentarse me miro fijamente esperando alguna reacción o algún cambio en mi actitud, me imagine que le preocupaba le reprochara algo de la noche anterior, la tranquilice y se mostró mas relajada, a continuación se repitió lo de la noche anterior y por la mañana del día siguiente me encontraba en un cuarto de hotel con Martha que había sido mi acompañante de las dos noches anteriores, no recordaba nada de lo sucedido menos si había existido sexo, nos encontrábamos desnudos pero no me basto para asegurar nada, la mire por un rato y sin los efectos del alcohol y ella sin su mascara de maquillaje pude comprobar que no entraba dentro del estándar masculino de belleza, pero a mi me gustaba disfrutar de su compañía, con la mano le retire parte de la cabellera que le cubría la mitad del rostro y note su piel fría, me incorpore de forma brusca, ya mas sereno me acerque nuevamente y estudie mejor el cuerpo, ahora estaba seguro que estaba muerta. Me esforcé en recordar que había pasado y no logre encontrar nada, me vestí y salí del lugar.

Durante el siguiente mes no me atreví a salir de mi casa por miedo a que me la policía me agarrara y responsabilizara del crimen y me vi obligado a soportar las reclamaciones y ofensas de mi madre que llegue ha considerar la idea de matar de raíz mi problema por momento me sentía un asesino y concluía que no era difícil pero al momento lo desechaba yo no había matado a esa mujer, después de de pasado el 1er mes me atreví a llegar al hotel y pude comprobar que el diagnostico fue por muerte natural algún fallo en el cerebro o algo así, me entere por la el puesto de periódico ubicado frente al hotel, me regrese mas tranquilo y feliz a mi casa finalmente podría seguir con mi vida, y pensar en esto me lleno de gran pánico que significaba seguir con mi vida, desde el cuarto contiguo me llegaron ruidos producto de la embriaguez de mi madre y fue como un balde de agua sobre la cara esa era mi vida, el mes anterior entre miedo y placer había salido de la monotonía que ahora se presentaba asfixiante, al momento me vi sumergido en una depresión que me incitaba a tirar la toalla como anterior había hecho mi padre, me recosté y trate de conciliar el sueño tal ves si lograba pasar el día mañana tendría ánimos renovados. El día amaneció lluvioso y frió contribuyendo ha asentar mas mi animo pesimista, salí temprano sin tener rumbo y comencé a caminar sin meta o idea de a donde me dirigía, si ves por la calle a una persona de mirada perdida, ropas rotas y andrajosa y con una maleta de botellas, bolsas y demás, puede que estés viendo a la persona que ya hace un tiempo escribió esto. Antes de perder la razón y no me insultes o te burles solo pido un poco de compresión para aquellos que como yo la vida no fue el sueño que de niños tenemos.

2 de febrero de 2010

La deuda: El Principio

Genaro se mesa los cabellos desesperadamente, respira con dificultad como si el aire fuera mas denso y pesado en ese lugar, no sabe como fue que llego a esta situación, en que momento perdió el control de las cosas. Sentado en el frío suelo de la celda oscura sin poder dormir, solo piensa en su mujer y en su pequeña hija. Solas en su casa es la primera vez en cinco años que no duermen bajo el mismo techo. Desesperado e impotente con los ojos llorosos ahoga un suspiro que empezaba a formarse en su garganta.

Carmen tampoco puede conciliar el sueño, en los últimos meses la carga de estrés y preocupaciones ha sido demasiada y solo el cigarrillo acompañado con unas copas de brandy la tranquilizan un poco. Sentada en la mesa de la cocina siente que su cabeza va a estallar en cualquier momento. Todo el día ha estado pensando, tratando de encontrar una solución a sus problemas sin poder hallar alguna, por alguna razón todas las puertas se le cierran, ninguno de sus supuestos amigos le ha tendido la mano. Lamentablemente para ella solo le queda la opción de aceptar la propuesta de don Cuco aunque le resulte repugnante.

Todo parecía ir bien en su vida, sabía que su esposo había pedido algo de dinero prestado para el bautizo de la niña y para comprar algunos muebles pero no sabia que el dinero con el que Genaro periódicamente apoyaba a la mama de Carmen, también provenía de préstamos. A pesar de que varias veces le pregunto cuanto debía, Genaro nunca le mencionó lo grave de la situación. Fue aquel miércoles hace tres meses cuando recibió aquella llamada, tenían 60 días para liquidar el total de la deuda antes de que se tomaran medidas extremas, o pagaban en el plazo indicado o se atenían a las consecuencias.

Aquel día en la noche, cuando Genaro llegó del trabajo Carmen le exigió la verdad, había llamado el abogado de Refugio Gutiérrez, exigiendo el pago de una importante cantidad que ellos estaban muy lejos de tener. Después de una discusión, Genaro termino por contarle como estaban las cosas. Desde hacia algunos años él había estado pidiendo dinero prestado a sus compañeros del trabajo y sus amigos para poder ofrecerles un nivel de vida adecuado a ellas, sus tesoros, además por petición de Carmen ayudaba a su suegra, la pobre mujer que no acepto ir a vivir con ellos, para no causar molestias, pero aceptaba sin empachos la cantidad mensual que Genaro le depositaba en su cuenta de ahorros para “ayudarla un poco”. Entre los gastos de la casa, la ayuda a su suegra y los compromisos sociales que iban surgiendo, el sueldo de Genaro simplemente no alcanzaba y entonces se vio en la necesidad de pedir algo de dinero prestado que le permitiera cumplir con todo, al principio el pensaba que podría liquidar estos prestamos poco a poco ya que los había conseguido con algunos amigos y compañeros de trabajo que no le cobraban intereses pero conforme pasaba el tiempo se daba cuenta que no podía cumplir con los pagos prometidos, entonces pedía otro préstamo a alguien diferente que le permitiera pagar una parte de alguna deuda previa y le sobrara un poco para cubrir sus gastos básicos después de un par de años haciendo lo mismo llego el momento en que ya nadie le prestaba y todos le exigían el pago. Fue entonces cuando su cuñada le comento acera de un señor “muy buena gente” llamado Refugio que prestaba dinero sin la necesidad de dejar algo a cuenta y con un módico interés muy cómodo de cubrir, más o menos esas fueron las palabras que convencieron a Genaro de entrevistarse con “Don cuco”. Cuando fue a ver al prestamista Genaro no midió las consecuencias de sus actos y firmo documentos en los que se comprometía a devolver el dinero más una cantidad importante por concepto de intereses, él solo quería liquidar todas sus deudas y así poder empezar de nuevo tenia confianza en poder ir cubriendo las letras firmadas a Don Cuco.

Muy equivocado estaba y muy tarde se dio cuenta de su error, no solo no podía cumplir con el pago de las letras al prestamista sino que además tuvo que pedir prestado otra vez cuando Carmen enfermo gravemente perdiendo al bebe que esperaba. Un año después de haber visitado al prestamista, Genaro tenia mas deudas que nunca, fue entonces cuando Don Cuco llamo a su casa exigiendo el pago de la deuda, dos meses después de aquella llamada Genaro era llevado a la cárcel por no poder pagar, su casa fue embargada y su esposa e hija quedaron desamparadas.

Después de dos días del arresto de su esposo, Carmen completamente desesperada fue a hablar con Don Cuco, le rogó, que retirara la denuncia, para liberar a su esposo estaba dispuesta a ponerse de rodillas si era necesario. Cuando estuvo frente al viejo Refugio, este la miro detenidamente de pies a cabeza, a pesar de haber estado embarazada un par de ocasiones Carmen tenia un cuerpo agraciado, firme y joven, cuando supo que ella era la esposa de Genaro el viejo prestamista inmediatamente supo que pedirle a cambio de la libertad de su esposo, es mas, estaba dispuesto a perdonar una buena parte de la deuda si Carmen aceptaba convertirse en su amante durante algún tiempo, el quería llevar a Carmen a su casa de la playa por dos o tres semanas y ahí disfrutarla a sus anchas luego de ese tiempo, cuando regresaran Carmen encontraría a su esposo libre.

Al principio, la propuesta del viejo le molesto mucho, tanto que le grito fuertes insultos y estuvo a punto de abofetearlo pero se contuvo y solo se marcho de aquel lugar echando pestes, sin embargo una semana después, luego de haber intentado reunir al menos una parte del dinero sin éxito, luego de verse abandonada por sus amigos y familiares y de no tener siquiera algo de comida para su hija, la idea de aceptar la propuesta del viejo le rondaba la cabeza constantemente, para ella seria repugnante y humillante entregarse a un tipo tan mezquino y desagradable como don cuco pero con tal de liberar a su esposo y regresarle el padre a su hija seria capaz de todo. Bebió de un trago el brandy que sobraba en el vaso y le dio el último golpe al cigarrillo, estaba decidido, se baño y se vistió un tanto coqueta, luego salio rumbo a la casa del prestamista.

Así que regresaste, bien, sabia que lo harías, como sé que no has podido reunir lo que me deben en efectivo supongo que tu pago será en especie. Esas fueron las palabras con que Don Cuco recibió a Carmen, luego le señalo un sillón para que se sentara el hizo lo propio sobre su escritorio. Después de unos minutos de silencio durante los cuales la miro con lujuria, le ordeno secamente que se desvistiera Carmen dudo por un momento, estuvo a punto de mandar al viejo al carajo y salir de aquella casa pero pensó que si lo hacia entonces toda la ira de Refugio Gutiérrez caería sobre su esposo y sobre su hija, lentamente y siempre mirando al piso, Carmen comenzó a despojarse de su ropa, era el momento mas vergonzoso y humillante de su vida, no pudo contener las lagrimas. Cuando termino de desnudarse el viejo se acerco a ella, le hizo dar una vuelta y luego la atrajo hacia él, las manos huesudas, frías y con la piel arrugada y áspera del viejo tocaron por primera vez la piel fresca y suave del cuerpo de Carmen, ella no pudo evitar alejarse del viejo pero este la volvió a jalar hacia él y la obligo a besarlo, la boca le sabia a café rancio y cigarrillos, casi vomita cuando la lengua del viejo entró a su boca moviéndose rápidamente como queriendo llegar hasta su garganta, las frías manos del viejo comenzaron a tocar todas las partes de su cuerpo, ella estaba paralizada no podía moverse solo quería que esto terminara lo mas pronto posible, entonces sintió un empujón que la hizo caer al sofá donde había estado sentada desde ahí vio como el viejo, moviéndose más rápido de lo que ella hubiera creído, se desnudaba mientras la veía con una sonrisa de impaciencia, cuando se sacaba los boxers el viejo comenzó a jadear y un poco de saliva escurrió por la comisura de su boca, ella estaba petrificada medio recostada en el sofá con expresión de asco, coraje y terror no podía moverse a pesar de que quería salir corriendo de ahí quería gritar, decirle al anciano frente a ella que se detuviera que no aceptaba el trato pero las palabras no salían de su boca, solo sintió que el anciano salto sobre ella y luego un dolor en su entrepierna la regreso de golpe a la realidad él había entrando en ella, entonces comenzó a llorar como nunca antes lo había hecho mientras aquel hombre moviéndose encima de ella le arrebataba la dignidad con cada uno de sus embates.

Fueron dos semanas durante las cuales el viejo prestamista tuvo su cuerpo todas las veces que el quiso. Fueron dos semanas en la casa de descanso que el viejo tenia en una solitaria playa, las dos semanas más largas y humillantes de la vida de Carmen lo único que le daba fuerzas para soportar las sesiones de lujuria del viejo era pensar en su esposo Genaro, cuado saliera libre se irían junto con su hija a otra ciudad a comenzar de nuevo. Pero después de esas dos semanas, cuando regresaron de la casa en la playa, el viejo se negó a detener el proceso contra Genaro. Humillo aun mas a Carmen arrojándole a la cara unos cuantos billetes. Carmen le exigió que cumpliera su palabra y que liberara a su esposo el viejo solo la ignoro sabia que ella no tenia nadie que la apoyara, sabía que ahora ella estaba en sus manos y que las dos semanas que pasaron en la playa serian solo el comienzo, el viejo Cuco, que nunca se caso porque ninguna mujer lo soportaba, ahora tenía una joven esclava a su disposición.