22 de diciembre de 2009

Miriam

La conocí un día lluvioso bajo el tejado de un puesto de lámina, el espacio ya estaba lleno una señora con sus dos crios, 5 trabajadores de la las empresas del lugar y yo, ella llego corriendo con la mayor parte de sus ropas mojadas y el cabello escurriendo a chorros, se detuvo junto a mi que era el ultimo o primero como se quiera ver, con una sonrisa me pregunto que si había espacio para uno mas, estaba claro que no pero el siguiente local estaba cerca de un 500m con un enorme charco de agua, y llovía de forma torrencial, su irrupción me tomo desprevenido y tarde en accionar lo único que hice fue en recorrerme hacia la orilla de forma que se hiciera un hueco entre la señora y yo, me recorrí cerca de 1m mas del espacio necesario por lo que comencé a mojarme en la parte del hombro, si que esta lloviendo fuerte me dijo y nuevamente no supe que contestar solo atine a un si y nuevamente un silencio, trabajas por aquí pregunto, en una empresa a dos cuadras le dije, yo estoy buscando trabajo me dijo como si hubiera regresado la pregunta, así es fue lo único que conteste, la lluvia menguo un poco y decidí dejar el refugio, al dejar el lugar no hice ningún comentario y no creo que lo esperara, un par de meses después me dijo que esperaba que aquella ves me despidiera., el tiempo que me llevo el llegar a la avenida no hice otra cosa que pensar en ella y recrimíname por lo pendejo que fui, pero ya esta hecho y no vuelta, tardo 10 min pasar el micro, tiempo que emplee en mirar hacia la avenida por donde se llegaba al puesto, esperando verla nuevamente, mi comportamiento me da risa y causa enojo apenas 20 min antes la tenia junto a mi lado y no pude siquiera voltear y ahora esta pendiente por si había decidido salir, era posible que esta no fuera su ruta, en fin llego la micro y ella no apareció.

Una semana después la vi nuevamente fue en un afonda del lugar, a llegar al lugar solo estaba disponible un lugar en una de las mesas su ocupante estaba de espadas a la entrada lo único clareo fue que era una mujer, me acerque y pregunte si no estaba ocupado, no fue la respuesta, Me acomode lo mejor que pude el lugar era pequeño y estaba lleno, ya una ves instalado frente a tuve la sospecha que la conocía, mientras comía la sopa no deje buscar en mis recuerdos de donde es que la conocía, termine el arroz y no lograba ubicar su rostro, al final desistí y me dedique al guisado me conforme con la idea de que era seguro que trabajara en la misma fabrica que yo o alguna de la zona y alguna ves la vi, ya había dejado el tema, cuando pidió la cuenta se acerco la mesera y recogió el billete lo examino por segundos y se lo entrego a la dueña, una señora con kilos de mas y gestos de amargura, lo miro por un rato y al final se lo devolvió a la mesera con la consigna que se lo entregara al dueño, se acerco a la mesa y le dijo que si no traía otro billete este esta roto y señalo una de las esquinas, ella rebusco en su bolsa por unos minutos y algo angustiada respondió que no, durante toda la escena la dueña no perdió detalle al momento se levanto y se dirigía a la mesa, cuando decidí interrumpir, si no te importa yo puede pagar por esta ves, solté de manera brusca no estay habituado a hacerle al galán o como se le pueda decir, pero me molesto la forma en que se estaban comportando, ella me miro y esbozo una sonrisa y me dijo por esta ves tu invitas la siguiente correera por mi cuenta, nuevamente tuve la certeza que la conocía de algún lugar esa sonrisa me era conocida, al final lo deje y me concentré en mi guisado, ella estaba por salir y me dijo con una sonrisa es la segunda ves que me ayudas y salio, fue aquí donde recordé el día lluvioso, me tomo un minuto recuperarme del asombro y me obligue a levantarme y salir en pos de ella, en el marco de la entrada me detuvo una voz, era la de la dueña que gruñía desde su rincón, la cuenta no la pague por la prisas de salir, busque en mi cartera y le entregue un billete de cien, estaba nuevo así que no tenia que preocuparme, la mesera lo tomo lo reviso se lo entrego a la dueña y al final fue aprobado, rebusco en su delantal y saco una bolsa con monedas, era lo de siempre pero esta ves tenia prisa así que decidí por decirle que regresaría por el cambio y salí, al salir de la cocina ya no la vi, ahora que hacia la cocina estaba entre dos avenidas me detuve un par de minutos y me decidí por aquella donde estaba el puesto de aquella ocasión, al doblar al esquina comprobé que había escogido la correcta, estaba parada frente a la entrada de una fabrica de acero, corrí los metros que nos separaban y llegue justó en el momento que el PBI abría la puerta, Hola le grite y me detuve unos segundos para recobrar el aliento, me miro algo perturbada, ahí comprendí mi error, en que pensé cuado decidí correr a su encuentro como si al pagar su cuenta y ella darme las gracias fuera razón suficiente para acosarla de esa manera, el vigilante me miro de manera extraña y se aventuro a salir un poco mas, e forma que le permitiera actuar con prontitud y de manera eficiente si algo no estaba bien, con un gesto ella lo tranquilizo y volvió para mirarme, que necesitas me dijo, ahí entendí que era un pendejo por suponer algo diferente a lo que estaba sucediendo, solo quería disculparme por lo del otro día, fui muy grosero y estoy arrepentido, no te preocupes fue lo único que dijo y entro en la fabrica, la puerta fue cerrada tras de ella. Yo me quede ahí parado evaluando lo grave de mi error, me recrimine nuevamente lo pendejo que fui, que esperaba y que fue lo que me hizo generar ideas locas, me quede un par de segundos ahí parado, al final seguí mi camino que otra cosa podía hacer, llamar a la puerta y solicitar hablar con ella, de que o por que, no me conocía y estaba claro que no tenia interés en hacerlo, los metros que recorrí hasta llegar a la fabrica, no hice mas que maldecir la loca idea que me llevo a esta situación tan vergonzosa.

Fue al mes siguiente cuando la encontré de nuevo, algo se complico y retrazo mi salida a comer por lo que nos encontramos ella de regreso yo de ida, desde aquel día cambie de cocina, me sentía avergonzado de mi actuar de aquella ves, estaba por cruzar la avenida para evitar el encuentro pero seria demasiado obvio, además no había hecho nada exagerado o que se yo, finalmente seguí mi camino cuando nos cruzamos solo solté un buenas tardes nada de hola o alguna palabra o gesto incorrecto o fuera de lugar, ella lo devolvió y seguimos nuestro camino, no volteé y me olvide de ella ya había aprendido la lección, me dirigí a la cocina de aquella ves y me acomode en algún lugar disponible termine mi comida y solicite me cobrara, la mesera se acerco y me dijo que ya estaba pagado y además me regreso mi cambió de la ultima ves, pregunte neciamente por quien había pagado pues ya tenia la respuesta que fue confirmada por la dueña, de regreso al trabajo no pensé en otra cosa que en mis situaciones con ella, al final solo trate de olvidarlo y remarcar mentalmente que una sonrisa y un gracias no son nada mas que eso, un par de semanas después nos encontramos nuevamente en le camino esta ves iba acompañada por una mujer y un hombre, por el comportamiento de ellos suponía que eran pareja, al cruzarnos no dije nada y me seguí derecho, su reacción fue la misma que la mía y no me extraño es mas me resulto cómico, rememore todo y al final solté un carcajada, demonios no era un tipo rostro, ella no me conocía y en el primer encuentro me comporte de la peor manera, las personas que me vieron me miran de manera extraña y se murmuraron algo, no me importo y solté nuevamente una carcajada, durante los siguientes meses me la encontré un par de ocasiones y nos comportamos como dos extraños como era en realidad, me entere de su noviazgo y planes de boda por la platicas que escuche en la cocina al igual que su nombre Miriam se llama, esto me afecto, seguro seguía con mis fantasías al 100% esperando una nueva oportunidad para comenzar pero no sucedió, de eso ya hace un año y en los últimos 6 meses no la he visto nuevamente es posible que se casara y salio de trabajar. Me he acordado de todo esto al estar bajo el mismo techo de lamina motivado por la fuerte lluvia que azota ocasionalmente esta parte de la ciudad.

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